viernes, 15 de julio de 2016

Pensamiento clandestino








No entiendo a las personas que se quejan de trabajar los lunes, a mi los lunes no me daban pereza ni cuando estaba en el colegio, de mocoso me decían que los lunes uno va cargado de energías porque era el inicio de la semana, quizás el caprichoso destino tenía algo peor para mí.
Si te quejas de trabajar los lunes es porque definitivamente jamás te ha tocado empezar tu jornada de trabajo un viernes, y que te toque trabajar sábado y domingo, eso es del diablo, la plena. Y es que la sensación de fin de semana se me desvanece tan sólo con pensar que se vienen 11 días seguidos de trabajo, que no tienes vida social y que el sábado te vas a pasar en el gimnasio porque no tienes nada que hacer por la noche, lo más extraño de todo es que esto no estaba en mis "visiones" de lo que quería hacer cuando fuera "grande".
Cosas como esa le hacen pensar a uno si la vida le está yendo como la tenía planificado hace años, cuando te decían que uno debe pensar en su futuro, ese futuro caprichoso, igual que el destino, que tantas ganas de joder tiene a veces que puede hacerte terminar en el mismo lugar donde empezaste.
En cuanto a mi caso, ¿qué podría decirles? que pensar en "el futuro" era casi tan importante como pensar en dejarme crecer la barba o no, es decir, simplemente me valía un reverendo pepino.
Y es que simplemente jamás compartí esa visión de cómo uno debe llevar la vida, es decir, estudiar tantos años en la escuela, tantos años en el colegio, seguir estudiando en la universidad y darte cuenta que has pasado la tercera parte de la expectativa promedio de vida, estudiando. Y si quieres seguir pues lo haces, tantos años de estudio para tener un buen trabajo, y ahí vamos de nuevo, horarios, jornadas, jefes, compañeros incompetentes, todas las mañanas tomarte un café y leer en el periódico como la sociedad cada día está mas y mas loca que una cabra de mascota en el Lorenzo Ponce, regresar por las noches a sacarte los zapatos, relajarte y descansar para al día siguiente continuar con tu rutina, tu jefe al que quizás no toleres, la compañera guapa que no te da bola y tantas cosas que pueden pasar.
Pero a ver, vamo a calmarno.
Recuerdan que muchos de nosotros como derroche de rebeldía y una cucharada de inmadurez gritamos, saltamos o hasta insultamos escuchando "La Guitarra" de Los Auténticos Decadentes, ¿Dónde quedaron ese odio a los horarios de oficina, y el no querer una vida normal? (cosa a la que nos hemos estado metiendo poco a poco y ya lo tenemos como rutina) muchos pasamos esa etapa en la edad del burro, pero a algunos nos ha quedado como sarna que por tanto que uno se rasca, no deja de picar. Personalmente, jamás le dí muchos minutos a eso de pensar en que ser de grande, para mi eso de llevar una vida "normal" no es vida, que era trágico pensar en pasar tanto tiempo estudiando y trabajando para jubilarte a los 60 o 65 cuando quizás tengas dinero, pero no podrás salir a correr sin romperte la cadera.
Para mi la vida perfecta era como la los narcotraficantes de las novelas, y te me vas al carajo si piensas que quiero ser narcotraficante, es sólo un ejemplo, no te aceleres, pero los tipejos no se preocupaban por nada (aparte de evitar que los maten y matar a quienes les arruinen el negocio)  pero la idea es tener tu hogar, tu familia, viajar, dedicarte a tus propios negocios o emprendimientos, sin horarios ni ataduras, donde tú seas tu propio jefe (ya parezco impulsador de herba life) quizás suene como algo digno de un holgazán o un perdedor que no espera nada bueno de la vida, pero en el fondo la idea no es mala, solo es de imaginarse una vida donde los años de mayor energía y vitalidad no los uses simplemente para producir dinero que cubran tus necesidades, que esos años podrías estar viajando, viviendo por lapsos de tiempo en distintos lugares del país o del mundo, conociendo gente interesante, teniendo experiencias inolvidables, en lugar de esperar vacaciones o que te despidan para poder salir a darte una vuelta por ahí un par de días o quizás un poco mas...
En mis años de colegio no me gustaba pensar en la vida de profesional, eso de aprender algo para lo que te vas a dedicar el resto de tu vida me parecía algo tan extraño, insípido, difícil de tragar, nunca me imaginé de médico, abogado, ingeniero, en Cruz Roja por primera vez me sentí identificado con una profesión, fui a Quito a estudiar, cuando tuve a mi hija tuve que dejar en stand by la carrera para dedicarme a ella, pero lo aprendido me ayudó a conseguir un buen trabajo, me gusta lo que hago, me gusta el trabajo de paramédico, pero llevo algo menos de 2 años y ya quiero dedicarme a otra cosa, me aburrí de hacer lo mismo, así de sencillo, y estoy seguro que me hubiera ocurrido lo mismo con cualquiera que sea la carrera que haya seguido. Esto de una profesión, desde mi loco e inverosímil punto de vista, es algo útil, pero no necesario en esta vida a diferencia de lo que nos metían por las orejas casi todos los días en nuestra infancia y adolescencia, simplemente pienso que hay otras formas de vivir.
Pero a fin de cuentas cada loco con su patín, muchos siguen ese estereotipo de "vida normal" y parece que tampoco les va mal, pero simplemente ese tipo de vida no es el mío, aunque hace un tiempo ya decidí que en el 2017 volveré a la universidad, aunque repito, no sea lo mío, pero siento que es algo que mis padres siempre quisieron, y a fin de cuentas les debo mucho a ellos, y si ellos quieren ver a Freddy graduarse con un traje y esos gorros que se ven tan horribles pues Freddy lo hará. pero si algo dejaré escrito en piedra es que Freddy no se va a dedicar a una sola cosa por el resto de su vida, Freddy será un elfo libre.
Y bueno mis rufianes, toca hacer inventario de botiquín y medicación para ver si no ha desaparecido algo los días que no estuve, si has llegado hasta esta parte del post, permíteme felicitarte, tienes mucha paciencia, avísame para invitarte un café, porque definitivamente personas con paciencia a mi alrededor es lo que me hace falta últimamente.


16:06 y fin del comunicado.